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martes, 12 de noviembre de 2024

Virginia V. B.

Libertine


Virginia V. B. - Adrien 1

Oveja negra… Descarriada… Libertino… Irresponsable… Y un sinfín de calificativos más son con los que mi familia me deleita a la menor ocasión. No los culpo porque tienen razón. No entienden que el segundo de sus hijos haya decidido dar un cambio radical a su vida, pasándose por el forro la estricta educación que llevar el apellido James, implica. Ellos, con sus normas arcaicas y sus paripés, me han convertido en lo que soy.
Caitlin llegó a mi vida cuando yo contaba con dos años y, según cuentan nuestras familias, me pasé toda una tarde contemplándola. Fuimos creciendo, cumpliendo años, haciéndonos mayores… Se convirtió en una preciosa mujer delante de mis ojos. Me enamoré como un loco. Un amor que creía correspondido. Hasta que ella aceptó casarse con mi hermano.
Dicen que los hombres no tenemos sentimientos, no lloramos y somos inmunes al dolor cuando nos rechazan, nos engañan o se ríen de nosotros. Si eso fuera cierto, ¿por qué llevo penando tres malditos años por ella? No, no me avergüenza admitir que estar enamorado me hace sufrir como un perro. Sí, soy un hombre, pero eso no significa que mi corazón sea de piedra y que todo me dé igual.
Desde el anuncio de su compromiso, mi vida ha pasado por varias etapas: autodestrucción, aceptación, resignación y sumisión. Esta última, la más reciente, la pasé en el Libertine, el club que mi hermano regenta en Ibiza.
Mi nombre es Adrien James, y esta es mi historia...


Virginia V. B. - Arthur 2

Conocí a Theodore James en la facultad de Harvard y nos hicimos inseparables. Almas libres. Folladores natos con mil aventuras a nuestras espaldas. Asiduos a antros que es mejor no recordar. «¿Casarnos nosotros? ¡Ni de coña!», solíamos jactarnos. Qué tiempos aquellos. Ahora él está casado y yo metido en un lío. Un lío que me ha pillado por sorpresa y que no sé cómo enfrentar.
El amor y la vida en pareja nunca entraron en mis planes. Mucho menos formar una familia. Después de ver cómo la mía se desmoronaba por culpa de las infidelidades de mi madre, y todo lo que eso supuso, me niego rotundamente. Imaginarme con un hijo me paraliza hasta el riego sanguíneo. Estoy entre la espada y la pared. Una espada bien afilada y una pared demasiado tentadora.

Los James son una de las familias más ilustres de Reino Unido, y ser invitado a los eventos de Clover House, es un privilegio. Recibir sus invitaciones siempre ha sido un motivo de felicidad para mí. Hasta ahora. Me siento ruin y desleal con toda la familia. En mi defensa diré que sufrí un acoso en toda regla y que, como hombre que soy, caí en la trampa de mi acosadora.
Alison James puso los ojos en mí y no paró hasta conseguir lo que quería: un rock and roll con buen movimiento de caderas.
Ahora ya nada será igual...


Virginia V. B. - Luis 3

Antes de firmar un contrato laboral con Oliver Hamilton y trabajar en el Lust, nunca había puesto un pie en un club de ese tipo. No porque no me guste, sino porque nunca se me pasó por la cabeza tal cosa.
Mila Ballesteros llega pisando fuerte al club y arrasa con todo lo que se propone, incluso conmigo. Aunque para arrasar conmigo no necesita mucho esfuerzo, la verdad. Le basta con un aleteo de pestañas, una sonrisa sexy, su arrolladora personalidad y ¡zas! ya me tiene en el puto bote. Así de fácil soy, qué le vamos a hacer. Todas las veces que subo a una habitación a jugar, es con ella, y no por morbo, sino porque estoy enamorado. De la noche a la mañana dejo de interesarle, me parte el corazón en mil pedazos. Sin motivos. Sin explicaciones. Me destroza con su indiferencia y hago lo que debo, asimilarlo y alejarme.

Arthur Preston se convierte en mi mejor amigo y es gracias a él que entro a formar parte del Libertine, el club de caballeros que regenta Theodore James aquí en Ibiza. El trabajo no me disgusta, al contrario. Mi salud mental ha mejorado mucho, es lo que tiene distanciarse de eso que te va consumiendo a pasos agigantados. No obstante, me cuesta un triunfo seguir adelante. Hasta que la conozco a ella, una pelirroja que quita el sentido.
Dana es exuberante, una mujer increíble en todos los sentidos. Ardiente. Apasionada. Ambos estamos en la misma onda, lo nuestro es puramente físico. Sin sentimientos de por medio. Ella se convierte en el pistoletazo de salida para que olvide y siga con mi vida.
Mis amigos dicen que he cambiado, que me he vuelto asiduo a las reuniones del Edén y soy un pasota. Tienen razón. En todo. Ya no soy el mismo. Lucho cada día por pasar página de una maldita vez.

Ahora te toca a ti descubrir si lo consigo...

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