Susana Rubio Girona

Singulares

Susana Rubio Girona - El Eslabón Perdido 1

Le había dicho meses atrás a Elisa que estaba enamorado de ella y ésta le

explicó con delicadeza que en su cabeza no entraban palabras como “relación”

o “compromiso” y que por ello prefería ir por libre, sin dañar demasiados

corazones. Sam se conformó con su amistad pero no podía evitar esas cartas

llenas de amor que Elisa leía respetuosamente. A ella le gustaba más de lo que

decía, pero no quería ir en contra de sus principios más básicos. Más de una

vez la pillaba mirándolo largamente y yo le daba un codazo mientras me reía

con ella.

Yo estaba mirando a Sam y la puerta de clase se abrió. Me giré lentamente

y vi entrar a alguien entre nieblas, con un aura a su alrededor y como si volara

en vez de andar. La luz del sol no me dejaba ver bien. Quise enfocar mejor la

imagen pero de repente un hormigueo me subió por la columna vertebral, unos

dedos fuertes marcaron mi cuello y una sensación de sed se apoderó de mi

boca; tenía la lengua seca y rasposa. ¿Qué me pasa? Por fin esos dedos

dejaron de apretar mi cuello. ¡Vaya!...

Susana Rubio Girona - Traiciones 2

Al llegar a mi casa, nos despedimos amorosamente y quedamos en vernos

por la noche, en mi habitación. Víctor venía casi cada día antes de medianoche

y realizábamos juntos nuestro entreno mental. Ambos avanzábamos con

rapidez. Yo ya controlaba mi comunicación mental con cualquiera de los

nuestros y era capaz de hacerlo a un volumen muy bajo, tanto que podía

hablarle a Víctor de esa forma sin que su padre o Adri me oyeran. También

dominaba el arte de mover cosas mentalmente aunque aún necesitaba de más

práctica con cosas más pesadas o más grandes. Víctor también había estado

practicando por su cuenta y no le había resultado nada complicado. Su padre

le explicó que yo le potenciaba su don, que lo que sentíamos el uno por el otro

incrementaba nuestras posibilidades y nuestra capacidad perceptiva. A mí ese

razonamiento me parecía de lo más lógico pues lo que yo sentía por él era algo

inimaginable e indescriptible, algo exageradamente magnífico tanto a nivel

mental como a nivel físico...